Gestalt

Con frecuencia la gente me pregunta qué es la Gestalt y se me hace difícil dar una explicación teórica. Mediante la experiencia he podido comprenderla y hoy en día la entiendo como una forma de vida.

Cuando profundizamos en Gestalt empezamos a darnos cuenta de lo qué nos pasa, de cómo somos y cómo funcionamos, de qué mecanismos usamos para afrontar lo que nos pasa o de cómo evitamos las emociones.

Con el tiempo aprendemos cosas sobre nuestro carácter, sobre las luces y las sombras de nuestra existencia, sobre nuestro potencial y nuestras carencias.

Aprendemos también, a transitar las emociones, a dejar atrás el ego, a dejar aflorar qué nos gusta de nuestro carácter y, a desprendernos de todo aquello que no nos sirve para dejar espacio al ser real.

Aprendemos a desaprender y a encontrar el equilibrio entre cuerpo, emoción y mente.

EL ARTE DE “DARSE CUENTA”

¿Cómo se aprende en Gestalt?

El método principal del proceso Gestáltico es el darse cuenta (awareness) y es uno de los tres pilares básicos.

El camino del aprendizaje del darse cuenta implica, en primer lugar, reconocer nuestra forma de funcionar, prestar atención a nuestros sentimientos, pensamientos o acciones de una manera interna y relajada.

Si somos conscientes de ello, podremos empezar a desaprender.

La conciencia es una gran herramienta que podemos cultivar para sentirnos más libres y en paz con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Es importante tomar conciencia de lo qué nos pasa a nivel emocional, racional y corporal. Estos tres niveles acostumbran a estar en desequilibrio y, tendemos, por ejemplo, a somatizar, es decir, a trasladar afecciones psíquicas al cuerpo de manera inconsciente.

El presente es otro concepto importante a tener en cuenta. Las cosas pasan en este mismo momento. El resto son recuerdos o anticipaciones.

Es bien cierto que llevamos al cuello una mochila cargada de vivencias que se arraigaron en nuestro interior y que nos impiden desarrollarnos plenamente.

En Gestalt trabajamos con lo que nos pasa aquí y ahora tomando como punto de referencia esta mochila. Recuperamos los recuerdos para revisarlos y así damos cabida a nuevas experiencias.

La responsabilidad es el tercer y último pilar de Gestalt. Es importante asumir la responsabilidad de las cosas que nos pasan sin adoptar el rol de víctimas y al mismo tiempo tener en cuenta que, aunque no podemos hacer que los demás cambien, nosotros sí podemos hacer algo para cambiar.

Si no creemos en nosotros mismos, deberemos revisar qué nos impide crecer, ya que tenemos al alcance el potencial y la capacidad que se necesita para dirigir nuestra vida.

Aprender a través de la Gestalt requiere tiempo, ciclos. Todo dependerá del grado de compromiso que adquirimos y de los cambios que deseamos hacer.

EXPERIMENTA EL PROCESO GESTÁLTICO

Te invito a descubrirla desde la vivencia, no desde la teoría

La Gestalt se descubre paso a paso, en el cuerpo y en la emoción.

Si sientes que es tu momento, estaré encantada de acompañarte.